Abajo la TV!


Abajo la Tv! el arte de experimentar nuevas formas de vida

La máquina de guerra massmediática se deconstruye experimentando nuevas formas de hacer comunicación. El arte del sabotaje es el arte de comunicar nuevas formas de vida!

Máquina de guerra semiótica. La masacre del 26

Aquel 26 de junio del 2002, la máquina massmediática hizo estallar su imagen represora. Las estrategias enunciativas de los medios oscilaban entre un discurso de doctrina de seguridad nacional -el caso de Infobae y Canal 9- que construía a los desocupados como "enemigos internos", "grupos subversivos" y "desestabilizadoras de la democracia" y un discurso que retomaba la teoría de los dos demonios -el caso de Clarín y Canal 13- donde había víctimas y victimarios, es decir piqueteros y polícias buenos, y piqueteros y polícias malos.

En ambos casos, las organizaciones de trabajadores de desocupados integradas por jóvenes, mujeres, niños y familias que reclamaban por un vida digna, mediante el uso del piquete como método de protesta, fueron rápidamente capturados por un imaginario de guerra protagonizado por enfrentamientos entre bandos armados y/o violentos. De un lado, las organizaciones sociales ancladas en un encadenamiento de sentidos que las definían como organizaciones armadas, guerrilleras o bien pobres-violentos-salvajes del conurbano bonaerense y del otro lado, las fuerzas del orden que hacían cumplir la ley, pero que al mismo tiempo habían cometido “errores” u “excesos” delimitando el problema no en la policía como aparto de estado, sino en la ineficiencia de sus miembros, definidos como “irraciones” o “locos”. El discurso de los medios montó la escena de la masacre desde una matriz bélica y de la violencia que legitimó el accionar represivo y desacreditó completamente los derechos sociales –salud, alimentación, trabajo, educación, etc.- por los cuales se movilizaban lxs desocupadxs.

Frente a las estrategias massmediáticas, ¿Qué nos queda por hacer? ¿Redoblar el discurso ideológico de los medios reproduciendo sus esquemas narrativos; es decir, la construcción de lo noticioso verídico, la construcción de una contra agenda informativa “popular”, la construcción de una opinión pública creíble?

Sabemos que el discurso mediático no es “solamente” un problema de contenidos, de enunciados dichos, de palabras desplegadas en la cadena de la lengua. La práctica mediática, como hecho social, va mucho más allá de lo que se ve, se escucha o se lee por los medios. Lo verdaderamente ideológico del discurso mediático es el tipo de relación social que construye entre los sujetos. La propia forma/estructura desplegada por los medios es la relación ideológica que hay que destruir y sabotear en primera instancia. Es dicha relación fetichista entre productor-espectador la que se construyó históricamente como legítima, como orden natural de las cosas. Es esta propia relación de abstracción la que nos somete al rol de espectador-consumidor. Pero, también es esta misma relación de poder la que nos impulsa a subvertirla. Eliminarla implica antes que nada, devenir en productores colectivos de comunicación. Productores de nuestros propios medios de comunicación, de nuestras propias formas de gestionarlos y organizarlos, de nuestras propias formas de narrativas, estilos y géneros enunciativos. Por esto, esto significa no solo repropiarnos de los medios técnicos para hacer comunicación sino que implicar repensar en un sentido último, todo el modo del hacer comunicación.

Comunicar. Deseos y nuevos imaginarios sociales

Es por esto que nos preguntamos, ¿Podemos dar un salto más allá de lo contrainfomativo? ¿Podemos pensar a la práctica comunicativa como un acto de subjetivación, de creación y liberación de nuevos imaginarios de vida? Si la contrainformación es el acto inicial de rebeldía, de protesta y de reacción frente al discurso de lo uno y de la homologación del imaginario mediático, la comunicación como producción subjetiva es acto de creación, de co-producción de relaciones sociales de nuevo tipo. Es deconstruir el formato massmediático para crear otro totalmente nuevo. Nuevos formas de gestión, de organización, de producción, de enunciación, de estilo narrativo, etc. Comunicar es hacer sociedad. Es crear nuevas formas de habitar la vida. Comunicar es hacer vida.

Si la guerrilla comunicativa es la primera acción política que se produce para dejar de ser sujeto espectador y devenir en sujeto productor. Si la producción de medios propios -reapropiación de los medios técnicos- elimina la relación ideológica en la cual nos posiciona los medios como sujetos consumidores; entonces, la segunda acción política es del orden de lo simbólico, pero no pensando en el lenguaje como representación, sino como presentación-acción. El uso del lenguaje como una práctica en sí misma. Sabotear la estructura de enunciación de los medios, también implicar hacer usos desviados y experimentales con los diferentes géneros y discursos narrativos. La palabra se mezcla con la imagen, la poesía se mimetiza en un panfleto, la sátira y la ironía se introduce en la retórica del discurso político.

La experiencia de Abajo la tv! trata de recorrer estos circuitos delirantes. Trata de hacer de la televisión, arte de la experimentación, donde la contrainformación y la denuncia social se entremezclan con la producción de relatos audiovisuales y sentidos propios, únicos e irrepresentables por el discurso massmediático. Si la experiencia se hace televisiva, la televisión se hace experiencia directa. Por lo tanto, la comunicación es producción de imaginario social emergente. Producción de relatos y sentidos, es al mismo tiempo producción de formas y estilos de nuevos de estar en lo social.

Abajo la Tv! laboratorio narrativo experimental

Abajo la Tv! está en la búsqueda de ese (re)pensar los modos del comunicar. Comunicar deseos y producciones colectivas. Comunicar formas de comunicar: colectivas, abiertas y horizontales. Comunicar es cooperar. Comunicar es –más que transmitir- producir formas de vidas sociales emergentes, autónomas a las relaciones mercantiles.
Abajo la Tv! transmitió durante toda una noche en co-producción con las organizaciones sociales ejerciendo una crítica radical a las prácticas mediáticas desde el hacer, desde la propia práctica disruptiva generada por la reapropiación del soporte televisivo mediante el uso de una frecuencia de onda disponible, el canal 5 de Avellaneda. Los equipos con lo que se contó fueron un transmisor de 25 watts –que tiene una potencia de alcance más a o menos de dos kilómetros-, una antena montada en un edificio debajo del Puente Pueyrredón, la colaboración y cooperación de una decena de personas distribuidas en tareas técnicas, de producción, animación y además de la participación fundamental de las producciones audiovisuales y en vivo de varios de grupos de cine y video militantes, más las realizaciones hechas por las propias organizaciones sociales.

La programación fue muy variada en temas y géneros discursivos. Si bien la temática y el sujeto central fueron los movimientos de trabajadores desocupados y el aniversario de la masacre de Avellaneda, además del juicio -que se está desarrollando en estos momentos a los policías responsables de la represión y los asesinatos de Dario y Maxi-, también hubo otras temáticas abordadas y otros sujetos sociales incluidos en las narraciones audiovisuales introduciendo las miradas de lxs campesinxs, indígenas, de la mujer sobre género, sexualidad, salud, soberanía alimentaria, etc. En géneros audiovisuales hubo cortos, video-infomes, documentales, ficción, animaciones, publicidades satíricas, además entrevistas en vivo destacando las labores productivas y creativas que se desarrollan en las organizaciones y en vivos diferidos que iban informando las diferentes actividades que se desenvolvían en al vigilia –obra de teatro, música con baile, actividad recreativa para los más chiquitos, serigrafía, etc.

Si repensar los modos del comunicar, significa reflexionar experimentándolos, y si creemos, además que la producción de medios autónomos es fundamental en la construcción de sentidos y narraciones propias, entonces seguiremos por sendos caminos. Caminos que implican la reapropiación de los medios técnicos en estructuras organizativas abiertas y de producción colectiva, y la repropiación del lenguaje como herramienta discursiva y materialidad práctica de producción de nuevos imaginarios sociales.

Por aeroproletaria - Monday, Jun. 27, 2005
iskraceci@yahoo.com.ar
Fuentes:
http://argentina.indymedia.org/news/2005/06/304473.php
http://redesdeluz.blogspot.com

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