Una red planetaria de luz


Por Ken Kalb

Justo en el momento del cambio de era y al final del milenio -cuando la
civilización se encuentra en una encrucijada fundamental- surge un sistema de
información global capaz de conectarnos en un instante a todos. Al mismo tiempo,
la humanidad se halla en un rápido despertar espiritual -que ha sido descrito de
diversas formas: como una aceleración, una gran catarsis, un resucitar, un
bautismo de consciencia. A la Tierra, le ha crecido un cerebro, ha expandido su
mente y está descubriendo su destino, en una red planetaria de luz. Esta
combinación enciende la lámpara de la ESPERANZA.
Durante treinta años, un sacerdote Jesuita francés llamado Teilhard de Chardin
escribió una serie de obras que fueron la inspiración de la hipótesis de James
Lovelock, GAIA: El ecosistema global como un superorganismo viviente, cuyo todo
es mucho más grande que la suma de sus partes. Él imaginó una etapa de la
evolución en la cual una compleja membrana de información alimentada por la
consciencia humana envolvía
nuestro planeta y lo cristalizaba hasta formar una noosfera" (del griego noo,
mente). Esta membrana del sistema nervioso global, que es biológica,espiritual y
tecnológica, en los humanos ha aumentado el número de neuronas y expandido su
percepción espiritual, mientras que, en la tecnología, ha
generado una electrónica avanzada, ha dado nacimiento a un sistema planetario de
pensamiento, a una red global de autoconocimiento, a una retroalimentación
instantánea y a una comunicación planetaria. De Chardin pinta este proceso como
"un resplandor que se va extendiendo en ondulaciones hacia afuera a partir de la
primera chispa de reflexión consciente; el punto de ignición se hace más grande
y el fuego se extiende en círculos cada vez más amplios, hasta que finalmente
todo el planeta se cubre con esta incandescencia". La humanidad se dirige hacia
un "Punto Omega", una fascinante convergencia en donde la fusión espiritual y
tecnológica de la Tierra y los humanos está dando nacimiento a una consciencia
vibrante, que nos conduce a un nuevo estado de paz, de pasión y de unión
planetaria.
De Chardin, aunque vivió antes de Internet, sin duda imaginó el ciberespacio
como el componente tecnológico de la membrana: un vasto sistema nervioso
electrónico que rodea la Tierra, mediante una constelación de conexiones de
líneas telefónicas, satélites y circuitos de computadora, que se funden en "la
unidad viviente hecha de un solo tejido" de pensamientos colectivos. O, como lo
resumió John Perry Barlow: "El punto de toda evolución hasta esta etapa es la
creación de un organismo colectivo de Mente". Pero De Chardin, ferviente y
astutamente insistió: "no se trata solamente de unir nuestras
inteligencias o nuestros cuerpos, lo que tenemos que unir son nuestros
corazonesS la humanidad está construyendo su cerebro compuesto ante nuestros
ojosS su Corazón -sin el cual no puede alcanzarse la integridad definitiva de su
poder de unificación".
Ahora estamos dando lugar a que evolucione una nueva percepción de la Tierra,
como entidad consciente unificada con sus residentes humanos, en un despertar en
sincronía y sinergia. Estamos haciendo la transición de experimentar a la Tierra
como una biosfera física, a conocerla como una noosfera - un organismo milagroso
con una mente y un corazón, al igual que con un cuerpo. En esta etapa en la
evolución de la consciencia, una humanidad despierta se está fusionando a través
de su capacidad de interconexión espiritual y tecnológica, como un nuevo órgano
de la Tierra de
consciencia espontánea.
Como parte vital de nuestra Tierra viva y consciente, en la esencia misma de
nuestra humanidad, reconocemos el Gran Espíritu de unidad y amor que yace en el
corazón de prácticamente todas las tradiciones espirituales. Así, más
allá de los distintos dogmas o de las diversas creencias, lo que todos
compartimos cuando hacemos nuestras ideas a un lado y nos unimos en meditación u
oración es este mismo Gran Espíritu, que irradia desde la fuente de nuestra
existencia en el centro de nuestro corazones. Aquí nos fundimos en Uno Solo, en
corazón, mente y espíritu, como la consciencia vital y transformadora del todo.

LA "INNERNET" (RED INTERIOR): LOS PENSAMIENTOS TIENEN ALAS Así como siete
océanos conectan a todas las tierras de nuestro planeta, o el cielo enlaza a
todas las regiones de la Tierra, así también nosotros estamos conectados a
través de ondas de pensamiento. En el plano interior, todos estamos sutilmente
conectados a través de energía en la "Innernet". Debido a que
esta energía es invisible, muchas personas no entienden ni aceptan este
concepto. Otros, incluyéndome a mí, sabemos cuán poderosa es nuestra realidad
interna en la creación de nuestras circunstancias externas. Aunque operan en un
nivel más sutil, las ondas de pensamiento se transmiten conforme a los mismos
principios científicos que soportan la transmisión del sonido o la luz, que
mueven a los teléfonos, a Internet, al radio, la televisión, los satélites y
otras altas tecnologías. El pensamiento es vibración. En su fuente, todos los
seres emanan de la fuente de luz más alta y transparente del universo, la
mayoría de las personas nos referimos a esta
fuente como Dios o Espíritu. En el silencio y en la claridad, aquí todos podemos
unirnos en una red planetaria de luz.
El proyecto LuzNueva 2001 está fusionando estas dos fuerzas, la espiritual y la
tecnológica, en proceso de evolución natural, para un propósito más noble y
elevado: elevar el campo unificado de la consciencia colectiva de la humanidad.
Usando Internet y otras tecnologías convencionales avanzadas para
organizar, sincronizar y unificar la belleza, la pasión y el poder
ilimitados del espíritu humano, nos proponemos reunir la masa crítica, el número
cuántico necesario de hombres en la "Innernet" para ayudar a crear el punto
mental requerido para que el curso de la civilización humana dé un giro de 180
grados.
Al igual que los círculos interconectados del logo de LuzNueva, una clave para
la familia global entera será que hagamos a un lado las pequeñas diferencias y
unamos nuestras manos en el bello espíritu del amor universal.
Hoy debemos vivir vidas más grandes que antes. Deben caer muchos muros
divisorios y dogmáticos que obstruyen el fluir natural del espíritu.
Otra clave es que las distintas personas y grupos inspirados que están
trabajando en proyectos de transformación para un futuro renovable, sustentable
y más brillante, encuentren puntos de conexión que permitan amalgamar y enfocar
la energía que los ha inspirado en hazañas unificadas.
Tenemos la necesidad, así como las herramientas, los recursos, el poder y la
pasión. Ahora, debemos unir todo y alinearlo conforme al amor universal y a
una visión iluminada.
El reto del nuevo milenio será que nos unamos, que abramos nuestro corazón
milagroso, que abracemos la unidad de la familia humana y que, con valentía,
respondamos a las verdaderas necesidades de la colectividad, con belleza e
inspiración.
Una nueva y fulgurante esperanza ilumina el mañana. En "La Tierra en
Equilibrio", inspirado por De Chardin, Al Gore escribió, "armados con tal fe que
nos parezca posible resantificar la Tierra, identificarla como la creación de
Dios, y asumir nuestra responsabilidad de protegerla y defenderla".
Y por primerísima vez en la historia del hombre, la familia humana entera está
uniendo sus corazones en una serie de momentos resplandecientes de sintonía
colectiva, cambiando para siempre el sentido interior y la visión que tenemos de
los demás -ya no extranjeros desconectados y diferentes
llegados de distantes tradiciones o tierras lejanas- sino verdaderos hermanos y
hermanas, con un propósito común, en un Circulo de Vida universal: Una Red
Planetaria de Luz.

"Algún día, después de que hayamos dominado los vientos, las olas, las mareas y
la gravedad, aprovecharemos para Dios las energías del amor.
Entonces, por segunda vez en la historia del mundo, habremos descubierto el
fuego". - Pierre Teilhard de Chardin (1881 - 1955).

LA BENDICIÓN
Este brillante Espíritu
esencia de lo que compartimos
que rebosa semillas de una nueva consciencia
esta vida a la que todos nos enfrentamos.

Desde el magma fundido de la fuerza pura de la vida
ha despertado la llama vibrante de un arco iris
y ha abierto nuestros corazones y mentes
a nuevas dimensiones cada vez más brillantes de amor y de luz.
Somos la mechaS
estallidos de estrellas en espiral en una Súper Nova
radiantes
a perpetuidad interligados
por la cuerda incandescente de un espíritu Santo
respiramos esta sonrisa de Dios
y sentimos el OM eterno de los CielosSOmmmmm.
Vayamos pues más alláS
encendiendo brillantes senderos hacia lo desconocido
explorando nuestra vasta luminosidad
más allá de la menteS
más allá de la forma.
Hacia chispas incandescentes de brillante divinidad
danzando en éxtasis y sumisión
con la Madre Tierra a través de los ciclos de vida
tejiendo el tapiz sagrado
de corazón y alma infinitosS
Somos un arco iris mágicoS
una unidad sinergística
que cabalga en la cresta
de la ola del destino.
SomosS
Todo el amor en el Universo.

SomosS SeremosS y Podemos... Ser la Voluntad de Dios.
Que podamos servir a esta luz dentro de nosotros
y esparcir nuestro dorado rayo de sol
a lo largo de estas sagradas tierras, para siempre
hasta la Eternidad.

Traducido por Guillermo Sánchez
www.luznueva.com
www.lightshift.com

Fuente:
http://redesdeluz.blogspot.com/

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